AUNQUE DIGAN LO CONTRARIO ES MÍA.
Ella se lanzó sobre mi boca.
Y con su mano procedió a desatarme,
No dejaba de moverse sobre mí y cuando pude finalmente tocarla,
Quise decirla con caricias,
Que le pertenecía en cuerpo y alma.
Puse mis manos en sus nalgas,
Ella desde mi clítoris lubricado
De sus besos y deseos,
Yo con mi boca en su vulva.
Para ayudarla a moverse con mayor velocidad,
La continuidad inmediata,
Después del primer orgasmo me hizo enloquecer
Y las ganas de hacerla el amor millones de veces.
Hicimos de todo, sexo oral
penetración en sus formas y algunas innovadoras posiciones.
Era insaciable y parecía que sus hormonas estaban en su máximo nivel,
Después de su último orgasmo,
Me miró fijamente a la cara,
Sonriéndome y sin decir una palabra entendí todo.
‘’Los ojos pueden mostrar,
la realidad más profunda que esconde el alma’’
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